jueves, abril 24, 2008

URIBE, Sara. Palabras más palabras menos. XVIII Ayuntamiento de Tijuana. Instituto de Arte y Cultura. Colección Los lauríferos. Tijuana, 2006. 75 pp.

Sergio Loo

Este tercer poemario de Sara Uribe, ganador del Premio Nacional de Poesía Tijuana 2005, explora las discordancias entre el significado y el objeto, entre la palabra y el mensaje, entre el receptor y la existencia de éste. Más que una reflexión, a lo largo de los capítulos del libro (hemos dicho palabras, tal vez las palabras, una palabra lejana y palabra por palabra), se desdobla obsesivamente la duda de la capacidad del lenguaje en ser portavoz de lo que el emisor pretende “hace ya tanto tiempo que fuimos parias que alargamos la mano pidiendo palabras y sólo silencio recibimos hace ya tantas muertes (…)”

Su prosa poética, premeditadamente negada de puntuación, es un discurrir de ideas unidas sintácticamente “(…) otra voz otro cuerpo otra manera de morir al respirar de beber el tiempo que se marcha en su clepsidra hueca y nos abona otra sombra otro duelo otra manera de girar (…)”. Esto, junto con la constancia de imágenes como la del errante, el paria, la arena, el viento que se enreda por el árbol hasta perder su cauce; hacen que los textos logren una conjunción orgánica, homogénea y curiosa, porque los riesgos de la estructura se equilibran con imágenes y símbolos ya recurridos como el espejo, la fotografía, el gato, el jardín el invierno, el hotel o el mar, para dar algunos ejemplos. Podría pensarse que cualquiera de esos elementos, a estas alturas, irreparablemente darán como resultado un lugar común, sin embargo Sara Uribe logra, a través de un buen reciclaje, una propuesta propia.

Es notorio el trabajo que hubo previo a la escritura, su plantación se va revelando conforme la lectura. Por ejemplo, aunque la palabra misma es el centro del poemario, la imagen central, la que podría ejemplificarlo, es la del viento enredado entre las bifurcadas ramas de un árbol. Y cabe mencionar, puesto que es parte del tema del lenguaje, que pese a estar divididos en cuatro partes, los poemas están ordenados alfabéticamente. Y el primero, claro, atiende al árbol.

miércoles, abril 09, 2008

Yo sè yo sè que para ser buen narrador tengo que trabajar màs mis poemas. lo sè. y por eso estoy buscando clases de pintura.